Discrepando de lo que veo por las redes

Nietzsche es definido como un filósofo revolucionario e imperecedero. Así lo catalogan en Culturizando.com. Lo consideran como uno de los filósofos más influyentes del siglo XIX. Conocido por su crítica a la moral tradicional, nos propone un nuevo marco ético, el superhombre, sosteniendo que los valores tradicionales de la sociedad reprimen el potencial humano y por ello aboga por una ética más allá del bien y del mal. La frase más conocida de este autor es “Dios ha muerto”. Con esto quería expresar que la sociedad moderna ya no creía en la religión de la misma manera que lo había hecho en el pasado, lo que llevaba aneja una crisis de valores. La voluntad de poder era considerada por él, como la fuerza impulsora detrás de las acciones humanas. Para él, la voluntad de poder era el motor principal que determinaba la vida y las interacciones humanas. Su estilo de escritura es poético y aforístico, lo que le ha valido la reputación de ser uno de los filósofos más difíciles de leer.  En cambio yo lo veo de otro modo, distinto a la valoración que nos ofrece Culturizando.com. Ni tan revolucionario ni tan imperecedero. Muchas de sus afirmaciones ya se encuentran en textos antiguos de distinto signo, hasta bíblicos. Y simplemente los vuelve a repetir en un nuevo contexto. El nihilismo no es nuevo en la historia. Porque eso es lo que culturizando.com no dice: que Nietzsche es fundamentalmente un nihilista, y no un vitalista. Su vitalismo al quedarse sin sustento se hunde en un abismo oscuro (lo que tampoco sería la nada, porque la nada nada es). Nietzsche  no sólo critica la moral tradicional como enseña culturizando.com: busca la destrucción de conceptos como verdad, bondad y belleza. Y cuando trata de sustituirlos por otros nuevos, sólo propone palabras vacuas, pues es imposible escaparse de palabras como qué saber, cómo actuar y que gozar. Y es que desde un enfado con un entorno puritano, como el que ve crecer a Nietzsche,  es un error cuestionar todo por el todo, simplemente porque no te han realizado una propuesta de verdad, de bondad o de belleza libre de oscurantismo no estás legitimado racionalmente para destruir la verdad, la bondad y la belleza. Es una reacción del todo adolescente, una rabieta mal resuelta, que me lleva a despreciar lo apolíneo y a postular la locura dionisiaca como la respuesta. Además, el discurso anti racionalista de Nietzsche, nos dibuja un mito nuevo: un superhombre. Ante el cual sacrifica al ser real que existe: el hombre. El superhombre, más allá de todo según Nietzsche, nunca será libre ante la verdad, la bondad y la belleza; superhombre será el que aprenda a encontrar los caminos de la verdad, de la bondad y de la belleza, sin negarlos, y sin abismarse por ello ni en el integrismo (visión totalitaria de la verdad), en el puritanismo (visión castrante de lo moral) y en el clasicismo (visión excluyente de otros universos estéticos).  Que la sociedad haya matado al Dios tradicional, no significa que Dios se haya esfumado de ella (como por cierto sigue sin ocurrir) simplemente ha cambiado su teísmo. No ha muerto Dios, ha muerto el Dios medieval, el Dios Amo. Pero el Dios amor sigue vivo, cuestionando este nuevo Logos Hegeliano que es la voluntad de poder en Nietzsche. Heredada de su maestro Schopenhauer y qué tanto invocarán los nazis para justificar sus delirios de primacía aria. Esa voluntad de poder es un maestro del guiñol que nos convierte en sus marionetas, a las que por ese motivo, no merece la pena invitarlas a emprender una liberación de su voluntad, dado que son meras sombras de esta fuerza, de esta voluntad de poder, que como un dinamismo evolutivo, nos domina y dirige. A las sombras no se les puede pedir que actúen con iniciativa propia. Más ni siquiera la Evolución postulada por Darwin funciona así. Pues la famosa selección natural, no se gesta en torno al poder. A veces las criaturas más poderosas han desaparecido. Y sin embargo han prosperado más las que han sido más capaces de colaborar. Pero colaborar es una palabra excluida del Verbo Nietzscheano, cosa que culturizando.com tampoco enseña. El sujeto de Nietzsche es un individualista absoluto incapaz de pensar en el bien común. A Nietzsche se le olvida que tiene ombligo. Su anti compasión, su anti solidaridad, su anti amor (que sólo percibe como deseo autoerótico) son fruto de su anticristo. De ahí su odio y desprecio al Cristo. Porque con su amor eterno cuestiona siempre, su enfoque brutal, aunque sea explicable como fruto de su adolescente reacción antipuritana,  Su poética y aforística es una prueba viva de que su propuesta filosófica (en la que el mismo no cree, pues se declara anti filósofo), es incoherente y ocurrente, destrabada y errática, cándidamente radical y adolescente. Y disfrazarse de complicación no le atribuye profundidad alguna, pues lo profundo y lo complicado no se identifican para nada. Si defiendes la libertad no puedes afirmar que la voluntad de poder la dirige. Si defiendes la crisis de todos los valores, no puedes convertirte en el puritano máximo de la nueva moral del superhombre. Si niegas toda trascendencia no puedes agarrarte al mito del eterno retorno para escaparte de tu particular abismo oscuro en el que te sumerges porque cuando matas a Dios, matas al hombre. Si matas a Dios no puedes divinizar una vida, que acabará volviéndote loco por puro placer o mero azar caótico. El vitalismo no nace del nihilismo. El nihilismo colapsa el vitalismo. Para criticar una época y su espíritu, no es preciso cuestionarlo todo. Basta con reeditarlo todo desde claves nuevas. Pero no hace falta pegarle fuego al mundo, sí lo que se desea es mostrar su verdadero rostro. Si te sobra la comprensión del mundo, cámbiala pero no condenes todo al nihilismo. No confundas a Dios con el teísmo. Ni me parece revolucionario, ni imperecedero, ni profundo, ni influyente. Me parece un tiratápias adolescente que está de moda en un mundo donde el modelo a imitar, el supuesto superhombre a imitar, es el hombre Peter Pan que nunca  envejece, como antes fueron los machos y las hembras arias, cuando la hermana de Nietzsche movida por la filosofía de su hermano, se hizo miembro activo del partido nazi. Y terminó convirtiéndose al partido y su fhurer en la nueva voluntad de poder que nos pretendía dirigir a todos, hacia el superhombre puro: el ario. La frivolidad y superficialidad están al día en esta funesta civilización del espectáculo que después de haber matado la metafísica y la ética, se refugia en una estética ciega, que llama bello a lo que le da la gana, aunque sea un bote expuesto en un museo, lleno de mierda humana. Nietzsche no sabe deconstruir. Deconstruir no es destruir. Lo repito: eso este autor lo ignora. Yo prefiero deconstruir, dando a luz una nueva metafísica, una nueva ética y una nueva estética, y no destruirlo todo en aras de abismarnos a la nada como único horizonte en la confianza mítica del eterno retorno. El suicidio no es nuevo, ni revolucionario, siempre ha existido, y se basa en un error de bulto: no querer vivir como se vive, no nos obliga a matarnos, sino a crear un modo nuevo de existir. Si quiso eso Nietzsche, no supo expresarlo adecuadamente y se equivocó bastante por el camino. Y eso culturizando.com parece ignorarlo. Por ello para mí el suyo es un episodio oscuro de la filosofía. La expresión de un modo de pensar decadente. Originada por un entorno opresivo religioso que sólo es capaz de generar monstruos. Y aunque este hombre no actúo como un monstruo, dio aliento mental a otros monstruos para justificarse racionalmente. Las ideas muchas veces saltan de las mentes de sus gestores y anidan en otras almas, y las convierten en criaturas atroces profundamente antihumanas. Para mí Nietzsche siempre será la prueba de que el ciego antropocentrismo moderno conduce a la destrucción del sujeto mismo, de los demás como estorbos a mi delirio egoísta incapaz de entender el bien común, al odio de Dios como un estorbo para mi egocentrismo absurdo que ignora el verdadero significado del ombligo, y al odio al mundo al convertirlo en esclavo de mi afán crematístico travestido de logro tecnológico. Si esto es lo revolucionario, lo influyente y lo imperecedero, queridos amigos: ¡Que Dios nos ampare! ¡Qué se prepare el planeta! ¡Qué se preparen los seres humanos entendidos como personas porque nunca sabrán lo que es disfrutar del bien común!. El antropocentrismo ciego, es por definición: anti humano. Por ello al final sus defensores se vuelven enemigos declarados del humanismo. Si el humanismo está mal fundamentado, deconstruyámoslo pero no para convertirnos en monstruos, sino mejorar nuestra condición personal. El pensamiento analizado no nos hace mejores personas, así que ya sabes en que puede convertirte. Esto tampoco lo dice culturizando.com. Travestir a Nietzsche de lo que no es, presentándole como un liberador de las ideas decimonónico, es manipular un pensamiento, que ante todo es el grito desgarrador y desesperado de una mente potente traumatizada que habla y dirige su vida encaminándola hacia el abismo revistiéndola de poética, mitos y múltiples metáforas. Un post de una red internáutica o social, no siempre es una buena clase de filosofía, no lo olvides nunca.