EL CRASO ERROR DE PARTE DEL EPISCOPADO AFRICANO. LA SOMBRA DEL CARDENAL SARAH ES ALARGADA. PERO PAROLIN ES CLARO Y CONTUNDENTE.

          33. Tras discutir con un hombre del Golfo de Guinea, por las decisiones que el Papa ha tomado acerca de poder bendecir determinadas uniones irregulares según el parecer de algunos, he de decir que estoy contra la interpretación de la inculturación que este africano hace, y así se lo notifiqué. Según la opinión de esta persona, la homosexualidad no es un valor y no forma parte de la cultura africana. También mantiene que la cultura africana promueve la familia patriarcal como seña de identidad. Y que eso la cultura occidental no lo entiende. Mi opinión es totalmente contraria: el rechazo a las personas homosexuales socialmente practicado en algunos lugares de Africa (no en todos) no es un hecho de naturaleza cultural. Es una realidad social. Del mismo modo la homosexualidad no es un “Valor” (si es que se mantiene ese tipo de discurso moral), es una realidad existencial. Los que lo tildan de antinatural, simplemente discriminan una parte de la realidad que siempre ha existido, y que se niegan a reconocer. Actúan del mismo modo discriminatorio que socialmente en mi infancia se hacía con los que no eran diestros sino zurdos. Y tal cosa se hacía en las escuelas y en las catequesis como algo normal. Eso no es una realidad cultural. No son pocos los que con una linea argumental similar en el Islam legitiman la ablación de las mujeres o el trato social que a esas personas se les dispensa, como una suerte de ciudadanas de segunda clase. En algunos lugares ni se les permite estudiar ni tampoco conducir vehículos. 

    ¿Hasta cuando vamos a tolerar que determinados entornos llamen cultura a lo que es una simple salvajada?. En cuanto me expreso de este modo políticamente incorrecto, se me dice, que ese es el enfoque colonialista de occidente. Incluso hasta se hace referencia a la práctica esclavista respecto de Africa desde el mundo occidental. Pero según su forma de afirmar que una realidad social es un hecho cultural: ¿No podría afirmarse el disparate de que la inhumana esclavitud y el colonialismo occidental son también un hecho propio de nuestra cultura occidental? ¡NO Y ROTUNDAMENTE NO!. Son hechos sociales a superar, a erradicar. 

    Por eso afirmo: la discriminación de la mujer no es un hecho cultural, sino una realidad social injusta y por ello inmoral; la discriminación de las personas homosexuales no es un hecho cultural, sino una realidad social injusta y por ello inmoral; la ablación femenina no es un hecho cultural sino una realidad social injusta y por ello inmoral. Y podríamos seguir. Lo inhumano no es un hecho cultural, sino un hecho social inmoral e injusto. 

    Afirmar que evangelizar esas culturas conlleva aceptar esos “hechos y costumbres como manifestaciones culturales intocables e indiscutibles”, es un craso error. Lo inhumano y lo salvaje no es compatible con el Evangelio bajo ningún concepto. Y esas culturas, si son evangelizadas, deben renunciar a esas costumbres, de lo contrario no podremos llamar evangelización a ese enfoque pastoral. Eso no es el Evangelio de Cristo Jesús. El Señor rompió con su entorno cultural y propuso un nuevo esquema de vida: “Habéis oído que se os dijo pero yo os digo”. Y le costó la Cruz. Pablo siguió sus pasos y también fue perseguido por hechos similares a ese, y eso que no dejó de ser fariseo a la primera de cambio, y sus cartas lo prueban. Pero también prueban, que el mismo hombre que en una de sus cartas legitimó como normal la esclavitud, en sus últimas cartas, cuestionó esa práctica social (que no cultural de Roma), simplemente porque había evolucionado y se había humanizado. Y por ende se había liberado de los supuestos prejuicios culturales de su entorno original. 

    Si la cultura no es purificada como Juan Pablo II repitió siempre, no estamos evangelizando sino falseándola llevados de una interpretación errónea de lo que conlleva y significa la verdadera inculturación del Evangelio. Lo bueno, lo bello, y lo verdadero de una cultura, ha de ser conservado. Más no lo inhumano por ser malo, falso y feo. Y la razón de que esa es la forma tradicional de vivir en ese entorno cultural ,no es un argumento válido para justificar que Evangelio e inhumanidad hayan de ser compatibles. 

    Por lo que entiendo que personas como este africano con el que he debatido, no representan a todos los africanos, y creo que son ellos los que impiden que esas realidades a veces atroces cambien en nombre de falsas interpretaciones de lo que es cultura, lo que les lleva a afirmar que tal cultura es intocable, porque purificarlas es occidentalizarlas desde un enfoque colonial. El Evangelio no es una colonización occidental. Y eso es lo que parece que se afirma. Ser un hecho socialmente repetido no convierte nada en cultura. La cultura no puede ser nunca la legitimación de lo salvaje, de lo brutal y de lo inhumano. Ni en Occidente, ni en Africa, ni en ninguna parte. Por ello tengo claro que siempre estaré enfrente de los que piensen de esa manera.  Esta es la consecuencia de ponerme junto a Francisco en el que tema que nos ocupa. Tener que discutir con personas que piensan de este modo es lo que me permite ser un portador más de medio milímetro de la pesada cruz que Francisco carga sobre sus espaldas. Dios de fuerzas al Santo Padre, porque pastoreando a tales mentes, las necesita.